Mañana, 4 de febrero, es víspera de Santa Águeda. Las alumna/os y profesora/es de educación infantil y primaria del Colegio de Larraintzar hemos cantado coplas con el pañuelo al cuello y los palos golpeando el suelo. La celebración parece tener sus raíces en los tiempos previos a la expansión del cristianismo. En opinión de algunos expertos, las fiestas en torno a Águeda tienen mucho que ver con el carnaval, con los ritos de la época de poda. Tras el solsticio de invierno, cuando el día comienza a prolongarse, las ramas de los árboles comienzan a renacer y es entonces cuando se produce la poda de las ramas de los árboles. Así, convertido el despertar de la naturaleza en una celebración, los chicos cantaban coplas de casa en casa pidiendo comida, y después, con lo recogido, todos los chicos y chicas cenaban a la vez. Afortunadamente, hemos avanzado un poco en ello y hoy en día, tanto chicos como chicas, todos andamos cantando y pidiendo.
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